“Este acuerdo implica un avance significativo en el proceso de integración bilateral”, señaló la titular del Miem, Carolina Cosse, al tiempo que destacó que con la firma del acuerdo de libre comercio, los nuevos mecanismos permitirán proteger y potenciar la industria nacional.
Asimismo, Cosse calificó el acuerdo muy positivo, porque “proporciona certezas respecto a las reglas de juego comerciales” y adelantó que el documento “no está acotado a un período determinado, sino que tendrá vigencia hasta que el Mercosur alcance una política automotriz común”.
“El acuerdo incluye una cláusula gatillo, que se activa si cualquiera de las partes tiene condiciones desfavorables en la evolución del comercio”, precisó la funcionaria uruguaya. Con lo cual “se suspendería transitoriamente el libre comercio para reestudiar sus mecanismos”.
Entre las condiciones más favorables del nuevo acuerdo se establecen nuevos requisitos de contenido regional, menos exigentes que en el acuerdo anterior para ingresar a Brasil, en lo que refiere a los vehículos y las partes automotrices fabricadas en Uruguay.
Además, Brasil no aplicará rebajas arancelarias a productos para los cuales no tiene producción y pueden ser importados desde Uruguay. Se prevé que la medida proteja a los productores automotores uruguayos respecto a aquellos provenientes de fuera del Mercosur.
También se logró reducir las exigencias en el acceso de los vehículos blindados, lo que incentivará el desarrollo de dicho nicho de mercado en Uruguay. El acuerdo establece expresamente la aplicación plena del régimen de origen Mercosur, que contiene varios mecanismos que flexibilizan los requisitos necesarios para alcanzar el carácter de producto originario.
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