El pasado lunes, Pekín anunció una reducción de sus tasas sobre los bienes personales, algo que afecta principalmente a la ropa, las prendas de piel, el calzado de deporte y los cosméticos.
China es el sexto cliente de la Unión Europea, en materia de vestimenta, con 1.070 millones de euros (+17%) de las mercancías importadas en 2014, a las que se añade los 1.600 millones importados por Hong Kong.
El país es también el segundo cliente del textil europeo, con 1.700 millones de euros importados el pasado año. Estados Unidos, por su parte, exportó 1.260 millones de dólares de textil/vestimenta a China, el pasado 2014.
Pues bien, a partir de ahora estos números crecerán sin lugar a dudas, ya que el pasado lunes, Pekín anunció una reducción de sus tasas sobre los bienes personales, algo que afecta principalmente a la ropa, las prendas de piel, el calzado de deporte y los cosméticos.
Concretamente, los trajes y las prendas de piel, anteriormente marcados con una tasa de entre el 14 y el 23%, pasarán a tener unas tasas de entre el 7 al 10% de su valor. Las zapatillas deportivas, que registraban unas tasas de entre el 22 y el 24%, reducen el porcentaje al 12%. Asimismo, las tasas aplicadas a los productos cosméticos pasa del 5 al 2%.
Se trata pues de medidas más que esperadas en el sector de la moda y de la cosmética y que pretenden responder al crecimiento de la demanda doméstica, cuyo comercio al por menor ha registrado un crecimiento del 10% en abril.
Se espera que esta decisión afecte especialmente al universo del lujo, puesto que en China puede alcanzar, en ocasiones, tasas del 20%, superiores a las aplicadas en los mercados occidentales.
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